Son conocidas las posturas del gobierno de Estados Unidos en contra del multilateralismo. Su retirada de importantes organismos internacionales; sus amenazas con retirarse de otros no menos importantes; sus demoras en los pagos al presupuesto de la Organización de las Naciones Unidas; su desconocimiento e incumplimientos de resoluciones aprobadas por abrumadora mayoría en la Asamblea General de la ONU, como la que exige el fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba; y sus vetos en el Consejo de Seguridad de esa organización, son algunos ejemplo de esa política, violatoria del Derecho Internacional.
La creación de centros de investigación biotecnológica de primer nivel mundial, la formación de miles de científicos altamente calificados y comprometidos con la salud de su pueblo que han permanecido en Cuba, enfrentando carencias y escaceses, a pesar de la política sistemática de robo de cerebros espoleada desde el Norte contra todos los países del Sur y que el asedio norteamericano multiplica en el caso de la Isla es resultado de la visión fidelista que desde los inicios de la década de 1980, estimuló la producción nacional de productos como el interferón.
“Que nuestros enemigos no se hagan ilusiones; yo muero mañana y mi influencia puede crecer. Una vez dije que el día que muera de verdad nadie lo iba a creer. Podré andar como el Cid Campeador, que ya muerto lo llevaban a caballo ganando batallas”.