El 30 de abril, el Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó su Informe por Países sobre Terrorismo correspondiente al año 2013, que reiteró la absurda designación de Cuba como “Estado Patrocinador del Terrorismo”, por trigésima segunda ocasión.
Sin embargo, al Departamento de Estado no le queda otra opción que reconocer en su propio informe que en el 2013, “el Gobierno de Cuba apoyó y auspició negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia con el objetivo de lograr un acuerdo de paz entre ambas partes”; que “no hay información de que el gobierno cubano haya suministrado armamento o dado entrenamiento paramilitar a grupos terroristas”; y que “miembros de ETA residentes en Cuba fueron reubicados con la cooperación del gobierno español”.