Por Tim Anderson
El cambio dramático en las relaciones cubano-estadounidenses ha causado alegría tanto en Cuba como entre aquellos de nosotros que respaldaron la isla independiente durante décadas, pero dio lugar a confusión en otros.
He visto a escritores, aparentemente simpatizantes de la Revolución cubana, alegando que Raúl Castro ha “traicionado” la Revolución, o que una avalancha de capital de Estados Unidos está a punto de llegar y hacerse cargo de la isla. Tales declaraciones son alarmistas y engañosas. Echemos un vistazo más sobrio y mejor informado de lo que está pasando y por qué está sucediendo.