La influencia estadounidense en materia de cultura, ciencia y
educación alrededor del mundo enfrentará el viernes un golpe notable
cuando a Estados Unidos se le retire su derecho de voto en la agencia
mundial dedicada a esa disciplinas: la UNESCO; y a la nación
norteamericana le costaría cientos de millones de dólares recuperar su
voz.
Estados Unidos no ha pagado en tres años sus cuotas a la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con
sede en París, en protesta por la decisión del organismo mundial de
convertir a Palestina en uno de sus miembros en 2011.
Bajo los reglamentos de la UNESCO, Estados Unidos tiene hasta el
viernes por la mañana para reanudar los pagos, o pierde automáticamente
su derecho a voto.