lunes, 28 de marzo de 2016

Crónicas Guantanameras: Lo que Obama quiere que olvidemos

Por: Ana María Radaelli
Pies de un detenido de Guantánamo están encadenados al suelo mientras se asiste a una clase de "Habilidades para la Vida" en el interior del centro de detención de alta seguridad Campo 6 de Guantánamo EE.UU. Base Naval 27 de abril 2010. Foto: Michelle Shephard/ Reuters.
Pies de un detenido de Guantánamo están encadenados al suelo mientras se asiste a una clase de “Habilidades para la Vida” en el interior del centro de detención de alta seguridad Campo 6 de Guantánamo EE.UU. Base Naval 27 de abril 2010. Foto: Michelle Shephard/ Reuters.
No es posible olvidar la historia. Quizás el llamado a la amnesia colectiva pueda funcionar en Estados Unidos, pero no en Cuba, que tiene grabada en su piel la memoria de lo que fuimos, como nos recuerda la periodista y narradora argentina radicada en Cuba, Ana María Radaelli, quien fuera la jefa de redacción de la prestigiosa revista Cuba.  Esta selección de crónicas, escritas en Caimanera en 1981, fue incluida en el libro de Ana María, Destino Cuba (Arte y Literatura, 2013). Lo triste es que el infierno que fuera Caimanera hasta 1959 sigue instalado en una porción de ese territorio que se le ha usurpado a Cuba.

Denuncian falta de transparencia en acuerdos tomados durante visita de Obama a Argentina

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par argentino, Mauricio Macri, en la Casa Rosada. Foto: La Voz.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par argentino, Mauricio Macri, en la Casa Rosada. Foto: La Voz.
Aunque el gobierno del argentino Mauricio Macri asegura su transparencia, la práctica es opaca según medios de comunicación. Tanto la Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores sólo publicaron en sus respectivas páginas el título de los acuerdos firmados durante la visita del presidente de Estados UnidosBarack Obama. Dicen poco y nada sobre su contenido: Acuerdo sobre Incremento de la Cooperación para Prevenir y Combatir los Delitos Graves, declaración conjunta sobre Cooperación en Materia de Seguridad y Facilitación de Desplazamiento, acuerdo referente al Emplazamiento de Oficiales de Seguridad a Bordo y acuerdo marco en materia de comercio e inversión.

Posada Carriles y otros terroristas reinauguran museo de la brigada que invadió a Cuba en operación de la CIA

Los brigadistas Luis Posada Carriles (izq.), Esteban Bovo y Félix Ismael Rodríguez, veteranos de la Brigada de Asalto 2506, durante la inauguración del Museo de la Brigada en Hialeah Gardens el sábado. Foto: El Nuevo Herald
Los invasores Luis Posada Carriles (izq.), Esteban Bovo y Félix Rodríguez, veteranos de la Brigada de Asalto 2506, durante la inauguración del Museo de la Brigada en Hialeah Gardens, Miami, el sábado. Foto: El Nuevo Herald
Un grupo de Veteranos de la Brigada 2506, organizada por la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) para invadir a Cuba en 1961, reinauguraron este sábado un museo dedicado a este grupo mercenario en Hialeah, Miami, según El Nuevo Herald.
El diario registra que entre los “reinaguradores” estuvieron el terrorista Luis Posada Carriles, en silla de ruedas, uno de los participantes en esa operación de la CIA y autor de la voladura de un avión civil en pleno vuelo, en 1976, en el que murieron 73 personas, incluidas una niña y una embarazada. También se encontraba, Félix Rodríguez, quien participó en nombre de la Agencia en el asesinato de Ernesto Che Guevara, en Bolivia.

Artículo de Fidel: El hermano Obama

Por: Fidel Castro Ruz
Fidel Castro. Foto: Roberto Chile
Fidel Castro. Foto: Roberto Chile
Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.
El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna.