Al régimen de Estados Unidos se le erizan los pelos cuando escucha que galenos cubanos llegan a cualquier país de Latinoamérica o de otra región del mundo para prestar sus servicios gratuitos a las poblaciones humildes, desamparadas y que nunca han recibido atención sanitaria.Washington no puede disimular su reacción crispada cuando conoce que los profesionales de la Isla caribeña, integrados en el denominado “Ejercito de Batas Blancas”, llega al más lejano, oscuro y abrupto rincón del planeta tierra a ofrecer uno de los derechos humanos fundamentales, la asistencia médica.
La actuación de la administración norteamericana es siempre la misma: Acusar desde la ciudad terrorista de Miami y otras capitales a los representantes de la medicina de la mayor de las Antillas de ser agentes secretos, denigrar de su calificación técnica, reconocida por todas las instituciones internacionales de la ONU, y mentir con el hecho de que llegan a un determinado país a quitarle el empleo a sus colegas nacionales.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca y entidades subversivas como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID por sus siglas en inglés), bien conocida por sus estrechos lazos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), utilizan a los partidos de derecha tradicionales, gremios y la prensa conservadora a sus servicios para desatar campañas difamatorias sobre los galenos cubanos.
La actuación de la administración norteamericana es siempre la misma: Acusar desde la ciudad terrorista de Miami y otras capitales a los representantes de la medicina de la mayor de las Antillas de ser agentes secretos, denigrar de su calificación técnica, reconocida por todas las instituciones internacionales de la ONU, y mentir con el hecho de que llegan a un determinado país a quitarle el empleo a sus colegas nacionales.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca y entidades subversivas como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID por sus siglas en inglés), bien conocida por sus estrechos lazos con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), utilizan a los partidos de derecha tradicionales, gremios y la prensa conservadora a sus servicios para desatar campañas difamatorias sobre los galenos cubanos.