lunes, 18 de mayo de 2020

Martí antiimperialista, patriota y latinoamericano

No imaginaba el Apóstol una patria aislada de sus hermanos de raza y de cultura Foto: Radio Habana Cuba
“Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”…, escribió José Martí a su amigo mexicano Manuel Mercado el 18 de mayo de 1895, víspera de su muerte en combate, en la carta que se considera su testamento político.
Para el Apóstol la preparación de la Guerra Necesaria era su principal causa. Esta devino, para él, razón de ser de su existencia y peldaño para conseguir, sobre la independencia de Cuba, la verdadera emancipación de la América Nuestra, propósito de relevancia en su accionar.

La firma del Manifiesto de Montecristi por Martí y Máximo Gómez el 25 de marzo de1895 fue un acto sencillo en su forma, pero relevante en su esencia.
El documento en su enfoque ético y desde la ética persigue ante todo ordenar la revolución del decoro, el sacrificio y la cultura, si bien se puede decir que la ética está presente prácticamente en cada frase.
Naturalmente que se apunta el derecho de los cubanos a ser libres y lo inadmisible de la dominación despótica hispana sobre un pueblo que dio palpables muestras de esta determinación en dos contiendas sucesivas por su independencia, pero se enfatiza que la guerra no es contra los españoles, sino contra el poder carcomido de la metrópoli.
Algunos autores destacan el espíritu nacionalista expresado por José Martí en el Manifiesto de Montecristi, cuando lo cierto es que predomina en él el antiimperialismo explícito o implícito, el patriotismo y el latinoamericanismo a tono con las ideas de Bolívar, pues no imaginaba el Apóstol una patria aislada de sus hermanos de raza y de cultura en un continente que la geografía y la historia unieron de forma indisoluble para el presente y la posteridad. (IVP)

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