La liberación inmediata de los antiterroristas cubanos presos políticos hace 15 años en Estados Unidos continúa siendo un reclamo unánime de comunidades religiosas, veteranos de guerra, dirigentes políticos y activistas sociales en Nicaragua.
Para múltiples sectores en este país centroamericano, la causa de Los Cinco -como se conoce el caso contra Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando y René González- es un problema de todos los pueblos y sobre todo de los latinoamericanos y caribeños.
En los primeros cinco meses de este año, en varias ocasiones los nicaragüenses rechazaron las injustas condenas -de 15 años de prisión a dos cadenas perpetuas- contra esos antiterroristas.
Numerosas voces criticaron de forma paralela en este período al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por no ponerle fin a un proceso que desdibujó la supuesta transparencia del sistema judicial y de los responsables de su funcionamiento en ese país.
El 19 de abril, en un homenaje a la victoria cubana de 1961 contra los mercenarios pagados por Estados Unidos, que intentaron acabar con la revolución mediante un ataque por Playa Girón, prevaleció el respaldo a la campaña a favor de Los Cinco.
El secretario del Frente Sandinista de Liberación Nacional en el departamento occidental de Masaya, Ramón Obregón, denunció en esa ocasión que "Los Cinco fueron acusados de terroristas cuando monitoreaban las acciones de quienes siempre han amenazado a Cuba".
Esos jóvenes, que defendían la paz de los cubanos y de los norteamericanos, fueron juzgados bajo las reglas del derecho penal del enemigo y en virtud de ello les quitaron todos los derechos de un procesado judicial y humano, opinó, durante su discurso en la ceremonia.
Obregón hizo notar el incumplimiento de las leyes en el proceso seguido contra esos héroes y las penas que les fueron impuestas, a las cuales calificó de monstruosas y de vergüenza para la humanidad.
Para el dirigente político, los gobernantes norteamericanos vertieron sobre ellos todo el odio que arrastran hacia el pueblo cubano y aseguró que "Los Cinco siguen allí para vergüenza del imperialismo".
Recordó a su vez las múltiples violaciones a las leyes estadounidenses y al Derecho Internacional cometidas por quienes retienen en ese país a esos seres humanos bajo fuertes medidas de presión sicológica y de todo tipo.
Durante esa celebración, el veterano luchador sandinista Antonio Gómez (El Vietnamita) afirmó a Prensa Latina que "ese caso es la mejor prueba de la hipocresía de los supuestos adalides de la guerra contra el terrorismo y de su eterna disposición a agredir a los pueblos".
Antiterrorismo, eso es lo malo que hicieron, comentó también en ese ámbito a Prensa Latina el representante de los cubanos residentes en Masaya, José de los Reyes.
Esos cinco hombres, devenidos símbolos del heroísmo de nuestro pueblo, solo trataban de frenar el terrorismo que la contrarrevolución quería hacer llegar a Cuba, añadió.
Reyes definió, a propósito de las explosiones del 15 de abril en la maratón de Boston, en la Mancomunidad de Massachusetts, que "eso sí es terrorismo: lo que ahora padece y azota de nuevo a los estadounidenses, algo que alentaron y alientan constantemente contra Cuba".
Igualmente el 20 de mayo miembros de la Sociedad Religiosa Evangélica de Nicaragua demandaron reparar la injusticia cometida por los jueces de distintos tribunales en el país norteño, a partir de 1998, contra Los Cinco.
Los participantes en el cuarto foro de esa asociación, realizado ese día, rechazaron la actitud de Obama frente al caso y ratificaron el respaldo a la campaña internacional a favor de los antiterroristas, así como contra el proceso irregular al cual son sometidos en el circuito de apelaciones de Estados Unidos.
El subprocurador de los derechos humanos, Sixto Ulloa, reafirmó en el cónclave la determinación de los nicaragüenses y en particular de esa iglesia de apoyar la causa de esos héroes de la República de Cuba.
"Los nicaragüenses debemos mucho al pueblo y al gobierno de Cuba y apenas lo que estamos dando son expresiones de nuestra vocación de solidaridad y acompañamiento", señaló.
Otra voz alzada en esa jornada contra lo ocurrido en torno a Los Cinco fue la del vicepresidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Daniel Ortega Reyes, quien exigió liberar de forma inmediata a los antiterroristas.
"Hay que concientizar a los pueblos con que debemos batallar por liberar a los cubanos presos políticos desde 1998 en Estados Unidos, ellos fueron encarcelados y condenados de manera injusta en ese país cuando velaban por la paz y los actos terroristas contra su pueblo", declaró.
Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y René González -este último ahora en su patria tras cumplir la condena que le fue impuesta y un tiempo de libertad condicionada en suelo norteamericano, quien renunció a la ciudadanía estadounidense para permanecer en la isla-, fueron encarcelados, torturados, y violados en sus más elementales derechos, denunció.
Por todo ello no podemos descansar hasta verlos libres, expresó a Prensa Latina en vísperas del evento, efectuado en Managua.
Este es el tiempo, los aires están a favor de la liberación de todos los pueblos y de todos los presos políticos, que como ellos, siguen en las prisiones estadounidenses siendo inocentes, afirmó.
Si se lee la historia de cómo comenzó todo el proceso amañado contra Los Cinco y cómo los enjuiciaron en Miami, Florida, sobran ejemplos de que la injusticia prevaleció en este caso, reflexionó Ortega Reyes.
Instó a seguir yendo a todos los foros acerca de los derechos humanos y de todo tipo en el mundo a denunciar la injusticia contra esas personas, pero también contra millones que todavía son bombardeados por el imperialismo estadounidense en distintas partes del planeta.
Los pueblos cuando levantan sus voces de alguna manera van golpeando hasta que tengamos a nuestros hermanos libres, consideró.
El representante del Parlacen refrendó la hermandad de los latinoamericanos en general, al mismo tiempo que condenó los 54 años de bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra los más de 11 millones de cubanas y cubanos.
"Cubanas y cubanos son nuestros hermanos, ellos fueron los que levantaron la revolución en América Latina y el Caribe", opinó.
"Cuba trajo la luz que barrió con esa gran oscuridad que mantenía en las sombras a estos pueblos, sometidos a gobiernos y ejércitos entreguistas, que los atropellaron, los esclavizaron y los mantuvieron en el analfabetismo, la extrema pobreza y otras situaciones indignantes", remarcó.
"Tanto Cuba, como su legendario comandante Fidel Castro, merecen un lugar enorme en Latinoamérica", subrayó y abogó por continuar demostrando el agradecimiento a la mayor de las Antillas.
Gratitud y convicciones humanistas se entrecruzan en los reclamos unánimes de los nicaragüenses por enmendar de una vez lo que para el embajador de Cuba en Nicaragua, Eduardo Martínez Borbonet, está fuertemente silenciado por los medios de comunicación en Estados Unidos.
Los megamedios en ese país y sus sucedáneas nacionales, que controlan casi toda la información a través de la prensa, la radio y la televisión en el mundo, mantienen fuera de sus agendas el caso de Los Cinco y cuando aluden a él apenas lo hacen para tergiversarlo, según el diplomático.
A juicio del representante cubano, resulta vital el apoyo de la prensa con vistas a sensibilizar a la opinión pública internacional para que el mensaje llegue a Estados Unidos y en particular a Obama, único con potestad para poner fin a esta injusticia que acumula 15 años.
"De este caso no se habla en Estados Unidos, es como si no existiera. Eso sólo lo conocen pequeños sectores y de una forma muy manipulada, porque los etiquetaron como los cinco espías", precisó a Prensa Latina.
"Lo primero es que se conozca la verdad y de eso se trata", afirmó e insistió en que lo principal es difundir la verdad respecto a la cuestión y que el gobierno estadounidense haga lo que tiene que hacer, liberarlos.
Esta sigue siendo la causa de Los Cinco porque es como se conoce en el mundo y la injusticia continúa allí, explicó y recordó que aunque René se encuentra ya en Cuba, tuvo que permanecer un tiempo en Estados Unidos bajo libertad condicional.
Ahora se le permitió estar en su patria pero, como él mismo ha dicho, no se sentirá libre hasta que los otros no salgan de prisión, enfatizó, en la misma medida en que cuestionó cómo mientras estos héroes siguen tras las rejas, criminales confesos como Luís Posada Carriles disfrutan en las calles.
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