lunes, 27 de mayo de 2013

Yo creía no estar en el Perú

César Lévano

César Lévano
Ayer, el titular principal del diario El Comercio, me hizo suponer que estábamos en
Venezuela y que no se habían realizado allá las elecciones de abril. “peruanos expresan fuerte desaprobación de elección de Maduro”, clamaba LA PRIMERA página. Es casi cómica la campaña “electoral” venezolana que se libra en ese diario, así como en otros órganos del poder mediático.
 
Había, sin embargo, temas nacionales expuestos en la encuesta nacional urbana Ipsos-El Comercio publicada ayer.

Por ejemplo, la baja de cinco puntos en la aprobación del Presidente Ollanta Humala y LA PRIMERA Dama, Nadine Heredia.
Pero Venezuela es el gran dolor de cabeza continental, desde Washington hasta el jirón Miró Quesada.Hay puntos en la actualidad de Venezuela que merecen, sin duda, la atención y el análisis.
La inútil agresión contra el excanciller Rafael Roncagliolo, el trato a la oposición parlamentaria, el desabastecimiento (remediable como lo muestra el caso del papel higiénico).
Se trata de procesos de importancia no sólo para el pueblo venezolano.Para los peruanos es muy importante lo que se piensa en el país respecto a la sentencia próxima de la Corte Internacional de La Haya sobre la controversia de límites marítimos entre el Perú y Chile.
Hay, según el sondeo de Ipsos, un 26 por ciento de consultados que no están informados.
Entre quienes sí están informados, el 62 por ciento cree que Chile no respetará el fallo.También hubiera sido interesante que se consultara sobre los indultos y conmutaciones de penas con que Alan García benefició a narcos y maleantes.Pregunta vital fue la referente a la ley de la comida chatarra.
La ley es, literalmente, saludable.
Restringe la difusión de publicidad de alimentos con alto contenido de grasas, sodio o azúcar.
Esta es una medida moderada.
Sabido es que en los Estados Unidos se ven los efectos de ese tipo de alimentos.
Como me dijo una amiga baqueana en visitas al Tío Sam: “Mac Donald ha matado más gente que Hitler”.
Los ha matado de gordura.
La obesidad origina males cardiacos mortales e incontrolables diabetes.La interrogación de Ipsos sobre este punto se formuló así: “Es una mala ley.
Atenta contra La Libertad de consumo”.
El enunciado solapa uno de los principios del neoliberalismo.
Recuerdo que en la época en que las aceras de Lima se vendían medicinas piratas, sin garantía ni control, la legisladora Fujimorista Martha Chávez defendió ese comercio diciendo: “Esa es La Libertad de consumo”.Es la idea de que el Estado no tiene por qué defender la vida humana.
Los empresarios que envenenan a millones, sobre todo a niños, defienden, por supuesto, esa “libertad”.En alguna ocasión he referido cómo en varios países de Europa se han establecido niveles rigurosos en cuanto a grasas, sodio o azúcar.

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