Lima, 2 nov (PL) El bloqueo norteamericano es el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba, afirmó la embajadora de ese país en Perú, Juana Martínez, a tiempo de destacar la reciente y casi unánime condena de Naciones Unidas a esa política.
En una amplia entrevista que ocupa hoy una página del diario Uno, la diplomática indicó que este es el vigésimo tercer año consecutivo en que la Asamblea General de Naciones Unidas se pronuncia por el fin del bloqueo, demanda que Washington ignora, y agradeció el apoyo peruano en esta nueva oportunidad.
Tras señalar el carácter genocida e inmoral de esa política de Washington, la diplomática se refirió a los daños causados a su país y que cuantificados a valor actualizado suman más de un billón 100 mil dólares, afectando virtualmente todos los aspectos de la vida de los cubanos.
Se refirió igualmente a los importantes avances sociales de Cuba, pese al bloqueo, y dijo que perfecciona su modelo económico para seguir avanzando hacia una sociedad próspera y sostenible.
Mencionó también el reciente envío de profesionales cubanos de la salud a África para la lucha contra el ébola, como muestra de los grandes logros y potencialidades del proyecto revolucionario, que alcanzaría mayores metas y más rápidamente si se levantara el bloqueo estadounidense.
Martínez señaló que pese a las promesas iniciales de cambios hacia Cuba, el gobierno de Barack Obama ha reforzado esa política hostil.
Washington, añadió, "se empeña en describir un escenario de flexibilización de la agresiva política contra Cuba. Sin embargo, los hechos lo contradicen".
Añadió que los pronunciamientos de importantes sectores estadounidenses contra el bloqueo constituyen un hecho relevante y "es una muestra de lo insostenible de esta fracasada política".
"El bloqueo es la mayor violación a los derechos humanos que se haya cometido de manera tan prolongada contra una nación por el simple hecho de defender su soberanía e independencia", remarcó.
La diplomática descartó terminantemente la posibilidad que Cuba ceda a la presión norteamericana de condicionar el cese del bloqueo a cambios conforme a sus patrones ideológicos y a la renuncia de Cuba a su proyecto revolucionario.
"Sin embargo, el gobierno cubano ha manifestado en varias oportunidades y por diferentes vías la disposición a dialogar en condiciones de igualdad y respeto mutuo como corresponde a dos estados soberanos", añadió.
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