Usted tal vez sea una de las personas que espera las últimas declaraciones de Barack Obama sobre el futuro de las relaciones de Estados Unidos con Cuba. Entonces, es muy probable que sienta alegría al escuchar que el presidente norteamericano dijo que su país debe continuar actualizando la política hacia la Mayor de las Antillas.
“Tengan en cuenta que cuando Castro llegó al poder yo era un recién nacido, así que la noción de que las mismas políticas que establecimos en 1961 de alguna manera todavía sean tan eficaces como lo son hoy, en la era de la Internet, Google y los viajes mundiales, no tiene sentido.”
Obama reconoce que la política de Washington hacia Cuba está desfasada en más de medio siglo. Que el propio Presidente de Estados Unidos lo admita puedo significar algún progreso. Claro, esa es la versión optimista de los acontecimientos.
Pero Obama dijo mucho más, dando a entender que su administración no dará un giro de 180 grados en su relación con Cuba.
“Creo que todos entendemos que en última instancia, la libertad en Cuba vendrá porque los activistas extraordinarios y la increíble valentía de la gente como la que vemos hoy aquí”
El “aquí” era la casa del presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, Jorge Mas Santos, donde Obama asistió durante una hora a un evento de recaudación de fondos del Partido Demócrata, durante su estancia de medio día en Miami.
“La gente como la que vemos hoy aquí” eran el mercenario Guillermo Fariñas y la jefa de las Damas de Blanco, Bertha Soler.
No hay que decir mucho más. Obama comentó que empieza a ver cambios en la Isla; que los objetivos de la política hacia Cuba son los mismos, pero deben expresarse a través de nuevas herramientas; que deben ser creativos y cuidadosos.
O sea, más subversión, más cautela y sonrisas a la hora de clavar el cuchillo, más dólares para la contrarrevolución interna y menos oportunidades de un cambio entre Cuba y Estados Unidos.
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