El Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (Minci) rechazó la noticia publicada en la página web de la BBC en español, BBC Mundo, titulada “¿Hay un ‘golpe suave’ hoy en Venezuela?” y redactada por el corresponsal Carlos Chirinos, por considerarla sesgada y malintencionada respecto a la violencia promovida por sectores de la ultraderecha en el país desde mediados de febrero.
Precisa que la información publicada está construida con base en “imprecisiones, omisiones y tergiversaciones”, por lo que solicitó que el comunicado sea publicado con carácter de réplica en la web de BBC Mundo.
A continuación el texto íntegro del Minci:
La BBC, su corresponsal y el golpe suave
La página web de la BBC en español, BBC Mundo, ha publicado una nota de su corresponsal Carlos Chirinos, titulada ¿Hay un “golpe suave” hoy en Venezuela?,(http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/03/140327_venezuela_detencion_generales_cch.shtml) que está construida con base en tantas imprecisiones, omisiones y tergiversaciones que debemos considerarla intencionalmente sesgada y malintencionada, y que obliga al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información a descubrir sus falsedades.
1. La nota expresa: “Desde hace casi mes y medio, en muchas ciudades de Venezuela se ven masivas movilizaciones opositoras que, eventualmente, terminan en violentos enfrentamientos con la policía. Mientras tanto, en los cuarteles hay “total tranquilidad”, como repite el presidente Nicolás Maduro.
Y continúa:
“La violencia callejera ha cobrado la vida de 36 personas, algunos de ellos muertos en episodios de represión protagonizados por la Guardia Nacional, -la policía militarizada venezolana-, el único sector militar involucrado directamente en la crisis. El gobierno reconoce que ha habido casos de excesos policiales”.
El corresponsal omite el origen y las características de la violencia callejera a la vez que pretende confundir a los lectores del exterior al hacer ver como una sola cosa las movilizaciones pacíficas y legales, masivas o no, que se han dado en el país, con los hechos de violencia que se han registrado a diario como producto de una estrategia de foquismo con guarimbas, que ha creado las circunstancias en las que se han dado las 36 muertes que refiere, además de cientos de heridos y miles de pérdidas materiales.
No precisa el corresponsal que las muertes atribuidas a hechos en donde se han visto involucrados cuerpos de seguridad son solo cinco y en uno de esos hechos los implicados como victimarios son miembros de una policía local dirigida por la oposición.
Obvia el corresponsal decir que de los 36 fallecidos, seis son efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, a la cual precisamente pretende malponer en su nota dibujándola como un organismo represivo.
2. Expone el corresponsal de la BBC que el Gobierno se contradice al describir las características del golpe suave:
“Pero esa tesis desdice la normalidad que el mismo gobierno asegura que se vive en el país, solamente alterada, según la visión oficial de las cosas, por “la derecha” en unos pocos sectores de clase media y alta de Caracas y otras ciudades”.
No hay contradicción. El golpe suave está dirigido por figuras de la derecha venezolana y apoyada desde Estados Unidos y, en esta etapa, representada por grupos violentos provenientes de la clase media que han acompañado la idea de sacar al presidente Nicolás Maduro del Gobierno. Esto está circunscrito geográficamente a unos pocos municipios gobernados por la oposición. El resto del país está en calma, aunque preocupado y sorprendido por los acontecimientos.
3. Sobre la detención de tres oficiales a los que se les investiga por conspirar para dar un golpe de Estado, el corresponsal prefirió especular y referir fuentes anónimas para concluir que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es una caja negra; seguidamente relata el golpe de Estado del 2002 —sin decir que es un golpe de Estado—, y los hechos de la plaza Altamira del mismo año, de los cuales dice:
“Aquel peculiar ‘pronunciamiento’ desde la tarima de la plaza caraqueña terminó diluyéndose y los oficiales involucrados fueron paulatinamente desapareciendo de la escena, algunos saliendo del país y otros retomando un bajo perfil”.
Agrega para concluir:
“Luego ha habido otras denuncias, siempre involucrando a oficiales retirados, de quienes, tras difundirse por medios de comunicación sus nombres y sus supuestos delitos, no se sabe más, ni se les sigue su proceso judicial, si es que son sometidos a alguno”.
Quiere el corresponsal endilgar al Gobierno su ligereza y su nula investigación periodística, o deliberadamente obvia los procesos judiciales abiertos a los oficiales de la plaza Altamira, que cesaron por efecto del Decreto de Amnistía dictado por el presidente Hugo Chávez el 31 de diciembre de 2007, que los libró de cargos por los delitos de conspiración, rebelión civil e instigación a delinquir. La medida incluyó a civiles, entre ellos el dirigente de la oposición Leopoldo López, hoy nuevamente encausado. Los que no han sido beneficiados con la medida ha sido porque cometieron delitos de lesa humanidad o huyeron del país y no se pusieron a derecho. Hoy algunos de ellos colaboran desde Estados Unidos con el golpe suave.
4. Dice el corresponsal:
“Hoy los militares venezolanos emplean abiertamente una retórica política y participan frecuentemente en eventos del partido de gobierno, pese a que no les está permitido ‘participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político’, según establece el artículo 330 de la Constitución que al inicio de su gestión promovió el presidente Chávez”.
En este caso el corresponsal tergiversa el nuevo rol de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, dado por la Constitución de 1999, que eliminó la condición no deliberante de los militares y les otorgó el derecho al sufragio.
El corresponsal critica la “retórica política” de los militares pretendiendo cuestionar el derecho de los ciudadanos uniformados a expresarse libremente, e inventa sin ningún sustento la participación de estos en eventos del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Finalmente, el corresponsal critica que los militares usen la consigna “Chávez vive, la Patria sigue”, una consigna que refleja un sentimiento natural hacia el gran líder militar y civil que fue y sigue siendo el Comandante Hugo Chávez.
Es evidente la animadversión del corresponsal hacia el Gobierno reflejada en su nota, y que en esta oportunidad la BBC no ha advertido o ha compartido.
La BBC ha divulgado desde hace muchos años su código de ética periodística(http://www.bbc.co.uk/editorialguidelines/), que en esta oportunidad ha sido claramente violado. Nos permitimos citarlo para reclamar su aplicación a la hora de reportar lo que sucede en Venezuela con los mismos criterios que suponemos se aplican a lo que sucede en otros países.
Algunas “líneas editoriales de la BBC”:
Verdad y precisión:
“Buscamos establecer la verdad de lo que ha pasado y estamos comprometidos a lograr la debida precisión en toda nuestra producción. La precisión no es simplemente una cuestión de conseguir datos correctos; cuando es necesario, sopesamos los hechos y la información pertinentes para llegar a la verdad”.
“Toda producción de BBC, según corresponda a su tema y naturaleza, debe tener buenas fuentes, corroboradas a fondo y presentadas en un lenguaje claro y preciso. Debemos ser honestos y abiertos acerca de lo que no sabemos y evitar especulaciones sin fundamento”.
La BBC no debe engañar a sabiendas y materialmente a su audiencia. No debemos distorsionar los hechos conocidos, presentar material inventado como un hecho o socavar la confianza de nuestra audiencia en nuestro contenido.
Imparcialidad:
“La imparcialidad es el núcleo del compromiso de la BBC con su audiencia. Aplicaremos la debida imparcialidad a todos nuestros temas y reflejaremos una amplitud y diversidad de opinión a través de nuestra producción en su conjunto, durante un plazo conveniente, de manera que toda forma importante de pensamiento sea reflejada y suficientemente representada”.
Esperamos que esta nota sea publicada con carácter de réplica en la web de BBC Mundo.
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