Prensa Latina.- Aunque son significativos los logros de las latinoamericanas a favor de sus derechos, mujeres de izquierda del continente consideran que la participación política de la población femenina aún resulta baja.
Ese es el criterio de integrantes del Mecanismo de Mujeres de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) y de formaciones miembros del Foro de Sao Paulo.
Delegadas de diferentes países de la región tomaron parte en el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres de Izquierda y Progresistas denominado "Avances en la participación política de las mujeres en América Latina", en la capital hondureña.
Es cierto, se ha progresado en algunos casos, pero el avance no es el que nosotros esperábamos, pese a que se han suscrito acuerdos internacionales para establecer cuotas de participación política, expresó en el evento la ex senadora colombiana Piedad Córdoba.
De acuerdo con la activista y defensora de los derechos humanos, todavía falta mucho por hacer para aumentar la participación política de la mujer en Latinoamérica.
Si bien las mujeres representan más del 50 por ciento de la población regional, están muy lejos de alcanzar esta cuota de representación política en los puestos de elección popular.
Como resultado de los comicios legislativos celebrados en 2009, un 20 por ciento de los asientos en las cámaras bajas o congresos unicamerales de la región fueron ocupados por mujeres, lo que representa una evolución si se compara con el 10,8 por ciento alcanzado en 1997.
La situación cambia progresivamente, aunque de forma lenta, porque continúan existiendo los obstáculos que caracterizan un ámbito tan predominantemente masculino, observaron las asistentes a la reunión.
Durante el encuentro celebrado en Tegucigalpa, las participantes señalaron que las damas aún no alcanzan la presencia necesaria para negociar y hacer efectivas determinadas condiciones y cambios en la cultura y las normas institucionales dentro de sus congresos.
Los partidos y las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel importante en ese sentido, señaló Córdoba en el evento, auspiciado por el Partido Libertad y Refundación (Libre) de Honduras.
La democracia sin las mujeres no es democracia, manifestó la ex senadora colombiana, tras señalar que la participación ya no se puede resumir solo a la movilización, a organizar la fiesta, a poner la mesa. “Debe ser consciente y política”, subrayó.
Ese criterio fue respaldado por Xiomara Castro de Zelaya, la candidata presidencial a las elecciones generales hondureñas del próximo 24 de noviembre, para quien la democracia es ineficaz si no sirve para aportar libertad, igualdad y seguridad humana.
Las mujeres demandamos una genuina forma de expresión y de participación política, expresó la única mujer entre los ocho aspirantes a la presidencia de Honduras, una nación que enfrenta una severa crisis económica, fiscal y de seguridad.
En tanto, la dominicana Quisquella Lora, miembro de la COPPPAL, sostuvo que la educación es la clave para visualizar a las mujeres y resulta importante que la sociedad las conciba como presidentas, por lo cual instó a los hondureños a que elijan a Castro de Zelaya en los comicios generales.
El tema de la participación política femenina comenzó a ganar relevancia a través de la ratificación de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer (1979) y la firma de la Plataforma de Acción de Beijing (1995).
Cinco años después, la Organización de Naciones Unidas estableció la promoción de la igualdad entre los géneros y el acceso de mujeres a la toma de decisiones públicas como uno de los Objetivos de Desarrollo y Metas del Milenio.
Para la investigadora mexicana Anna Fernández Poncela, las transformaciones culturales, la redemocratización de América Latina, las políticas de cuotas y los mayores niveles educativos alcanzados por las mujeres han fortalecido su presencia política.
TOMADO DE CUBA INFORMACIÓN:
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