martes, 30 de abril de 2019

La amistad entre Jorge Basadre y José Carlos Mariátegui

Jorge Basadre y José Carlos Mariátegui
Jorge Basadre Grohmann fue una persona honesta. Jamás negó lo que sintió, hizo o pensó. No estuvo en el cálculo político de agradar o desagradar, simplemente fue como fue. Esto le originó cierta rivalidad política con algunos de sus contemporáneos. También fue muy apreciado por los suyos. Jorge Basadre jamás necesitó mantener una posición de genuflexión frente al poder o al seudo poderoso.

Como maestro sanmarquino, fue el depositario del mayor conocimiento de su época. Y siempre volcó dicho conocimiento a sus jóvenes alumnos que lo admiraban por sus conocimientos y por la franqueza de su palabra. Alguna vez, conversando con el historiador Fernando Lecaros, nos contó de lo agradable que fueron sus clases, pero más agradable eran las tertulias en la cafetería de la Universidad.
Y dentro de esa franqueza que caracterizó a Jorge Basadre, destaca que jamás negó su amistad con José Carlos Mariátegui; pese a tener ideas muy distintas, Basadre siempre sintió gran admiración por José Carlos Mariátegui. En una entrevista publicada, de manera póstuma, en 1981, Basadre dijo:
“Fíjese usted, yo he conocido a Mariátegui siendo muy joven, porque el año 1915, siendo yo un estudiante de colegio, en unas vacaciones se me ocurrió ir a leer a la Biblioteca Nacional; me botaron porque no tenía la edad suficiente. Entonces mi familia me consiguió una tarjeta para el Director de la Biblioteca, que era el Doctor Luis Ulloa, que había reemplazado a González Prada. González Prada renunció con motivo del golpe militar de Benavides en 1914. Benavides nombró a Ulloa, que fue el que fundó el Partido Socialista después el año 1919 con Carlos del Barzo. Entonces Ulloa cuando vio la carta de alguien vinculado a él, le hizo gracia el asunto. Me dijo: “¿cómo usted, estudiante, está queriendo meterse en la Biblioteca antes de jugar en la calle?, entonces yo voy a cumplir el reglamento, pero al mismo tiempo voy a ayudarlo a usted” entonces me dio una mesita. En ese tiempo la biblioteca era muy pobre, muy andrajosa. Me dio una mesita en su despacho y ahí me llevaban los libros que me interesaban. Mariátegui que era periodista de La Prensa, iba mucho donde Ulloa, era muy amigo de él, así que en esa época lo conocí, el 15 de julio. Entonces de ahí me vino una especie de manía de seguir a Mariátegui, lo leía cuando pasó de La Crónica a El Tiempo, cuando sacó el periódico La Noche contra El Día. Como en ese entonces, por esa época, existía un periódico El Día, Mariátegui sacó un diario La Noche contra Pardo, después abrió Nuestra Época, tuvo el pleito con los militares. Yo era muy niño, pero seguía con todo detalle”.
La amistad de Jorge Basadre con José Carlos Mariátegui se inició en la Biblioteca Nacional en 1915. Un muy joven Basadre se convirtió en un lector permanente de nuestra más prestigiosa casa cultural. Ahí, no solo encontró libros, sino también a personas interesadas en la política y la cultura del país. José Carlos Mariátegui despertó el interés de Jorge Basadre por entender los sucesos del Perú de inicios del siglo XX. Pero, la amistad continuó. Basadre recuerda que:
“Después sacó La Razón, el diario La Razón, y en La Razón nos ayudó después con la Reforma Universitaria del ´19 con una serie de artículos. Como nosotros, los que interveníamos en ese movimiento, íbamos con gran frecuencia a las oficinas de La Razón, que quedaban en la calle Pileta de la Merced”.
Con el testimonio de Jorge Basadre podemos percibir que, desde su Edad de Piedra, José Carlos Mariátegui se comprometió con las luchas sociales y apoyó las justas demandas de las grandes mayorías. Los estudiantes de San Marcos protagonizaron la Reforma Universitaria de 1919 contra los “ilustres” y “reconocidos” profesores que en todo momento se oponían al cambio y a la democratización de la vida académica en la universidad. Los estudiantes decidieron cambiar la faz de la universidad y organizados lograron sus derechos. José Carlos Mariátegui apoyó desde La Razón ese movimiento.
Luego, en la entrevista, Jorge Basadre dice:
“Fíjese usted, Mariátegui era extraordinario, era un genio, un genio, que hombre de tanta integridad, a mí nunca me hizo propaganda de nada, nunca me dijo vuélvase usted comunista, inscríbase en el Partido, nunca nada de eso, absoluta reserva”.
Un íntegro Jorge Basadre reconoce la integridad de José Carlos Mariátegui, a quien califica de un genio e íntegro. La valía de un hombre crece más cuando otro hombre valioso lo reconoce. Y, en este caso tenemos el mejor ejemplo. Pese a las diferencias ideológicas y políticas, Jorge Basadre siempre reconoció –hasta el final de sus días, podríamos decir- su sincera y perdurable amistad con Mariátegui. Solo un hombre valiente y honesto puede hacer eso. A Basadre no le importó toda la campaña de satanización y desprestigio contra José Carlos Mariátegui. Para él siempre fue su amigo.

AUGUSTO LOSTAUNAU MOSCOL

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