La influencia estadounidense en materia de cultura, ciencia y
educación alrededor del mundo enfrentará el viernes un golpe notable
cuando a Estados Unidos se le retire su derecho de voto en la agencia
mundial dedicada a esa disciplinas: la UNESCO; y a la nación
norteamericana le costaría cientos de millones de dólares recuperar su
voz.
Estados Unidos no ha pagado en tres años sus cuotas a la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con
sede en París, en protesta por la decisión del organismo mundial de
convertir a Palestina en uno de sus miembros en 2011.
Bajo los reglamentos de la UNESCO, Estados Unidos tiene hasta el
viernes por la mañana para reanudar los pagos, o pierde automáticamente
su derecho a voto.
La suspensión de contribuciones de Estados Unidos, que son de 80
millones de dólares anuales -representando 22% del presupuesto general
de la UNESCO-, condujo a la agencia al borde de una crisis financiera y
forzó a recortar en los dos últimos años iniciativas estadounidenses
como educación sobre el Holocausto e investigación sobre tsunamis.
En Washington está preocupando a muchos que Estados Unidos esté en
camino a convertirse en un miembro de la UNESCO sin poder, con una voz
debilitada en programas internacionales de combate al extremismo a
través de educación, y en la promoción de la igualdad de género y la
libertad de prensa.
“No seremos capaces de tener la misma autoridad”, dijo Phyllis
Magrab, comisionada nacional de Estados Unidos ante la UNESCO, con
oficina en Washington. “En efecto, no tendremos una caja de herramientas
llena; nos falta nuestro martillo”, agregó.
La tensión respecto a la UNESCO ha motivado nuevas críticas a las
leyes estadounidenses que exigen una cancelación automática de
financiamiento a cualquier agencia de la Organización de las Naciones
Unidas que tenga como miembro a Palestina.
La agencia es más conocida por su programa para proteger las culturas
del mundo a través de su reconocimiento de algunos sitios como
Patrimonio de la Humanidad, entre los cuales se encuentra la Estatua de
la Libertad, en Nueva York, o la ciudad de Timbuctú, en Malí.
Pero su principal misión, como fue concebida por Estados Unidos, un
cofundador de la agencia en 1946, fue ser una organización contra el
extremismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario