martes, 5 de noviembre de 2013

Fidel Castro denunció espionaje de EE.UU. mucho antes que Snowdens

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Lo que parece una sorpresa para muchos, fue alertado y denunciado hace unos 20 años porFidel Castro. Las revelaciones de Edward Snowden sobre los programas de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) estadounidense, han generado un escándalo creciente, en la medida que se continúan revelando nuevas informaciones.

No se puede desconocer que a mediados de la década de l980 los servicios de inteligencia de EE.UU., de varios países europeos y Japón mantenían estrechos vínculos en la guerra que sostenía el imperialismo contra la Unión Soviética. De esa época es el conocido dossier Farewell, que provocó el primer caso conocido de ciberguerra, ejecutado contra la URSS. Estas relaciones se mantienen en la actualidad.
El hombre más espiado por la comunidad de inteligencia de EE.UU. desde mediados de los años 90 denunció el andamiaje de vigilancia montado por el imperialismo yanqui y sus aliados, que permite al decir de Fidel, “descubrir un gato en una azotea de cualquier casa”.

Veamos las aseveraciones del comandante Fidel Castro al respecto:
Tienen el mundo lleno de satélites espiándolo todo; claro, eso los hace dueños de las comunicaciones. Si nosotros habláramos por teléfono con cualquier país y dijéramos cosas que no se deban decir por teléfono, seríamos grandes idiotas. No hay conversación telefónica oficial de este país que no la capten; no hay conversaciones con personalidades políticas o con empresas de cierta importancia que no las capten. Las captan todas, porque el bloqueo es mucho más que prohibir vender y comprar; no se imaginan ustedes lo que es el bloqueo. El bloqueo es una persecución incesante contra toda actividad comercial que el país trate de realizar.
1995 
Ahora los imperialistas estarán más convencidos; lo digo porque pienso que nos están viendo aunque sea por satélite, porque los satélites yanquis andan merodeando por todas partes y espiándolo todo, y, aunque estén a miles de kilómetros, me imagino que podrán ver también esta multitud.
1996 
Tiene todo un sistema de espionaje montado, independientemente de que sus satélites son capaces de descubrir un gato en una azotea de cualquier casa de la Ciudad de La Habana o cualquier edificio; un espionaje técnico colosal por medio de satélites, por medios radioelectrónicos y de todo tipo, captando comunicaciones y buscando información. Capta todas las llamadas cubanas; no hay conversación que yo pueda sostener con cualquier dirigente latinoamericano o cualquier político en el exterior que no sea captada por Estados Unidos. Estamos sometidos a un espionaje total y feroz.
1998 
A veces yo redacto algunas de estas notas, por la importancia que tienen, con la información que suministran los compañeros inmediatamente, después de recibir un cable cifrado o en forma abierta, o muchas veces una llamada telefónica. Las conversaciones a través de un celular las puede captar cualquiera. En Estados Unidos recogen todo de las conversaciones, de todos los gobiernos de América Latina y ministros, eso es algo que se conoce.
Como he dicho otras veces, con relación al tema, hay personas en nuestro país tan ingenuas que creen que escondiéndose detrás de una mata de plátanos nadie se va a enterar de lo que están conversando, y resulta que Estados Unidos posee un sistema desarrollado en la época de la guerra fría, capaz de captar dos mil millones de conversaciones simultáneamente; no un millón, ni dos millones, dos mil millones de comunicaciones simultáneamente.
2003
Algo que hiere la sensibilidad de las personas, en cualquier sistema social, es el irrespeto a su privacidad. Antes, por ejemplo, las leyes protegían la correspondencia. Más tarde la protección se extendió a las comunicaciones telefónicas, un medio de comunicación más rápido e instantáneo. Las leyes de Estados Unidos prohibían su intercepción sin permiso judicial. Su violación daba lugar a demandas judiciales, que en ese país llegaron a elevarse a cuantiosas sumas.
El 9 de julio pasado, mientras Bush se reunía con sus colegas del G-8 y el gobierno de Estados Unidos —pese a sus genocidios— pretendía ser considerado campeón de los derechos humanos, el Senado de Estados Unidos aprobó, por 68 votos a favor y 28 en contra, una ley que moderniza la Ley de Espionaje y concede inmunidad a las empresas de telecomunicaciones que colaboran con el gobierno.
La lucha contra el terrorismo es el consabido pretexto, y las intercepciones se venían realizando durante años sin permiso alguno. “Ahora es más fácil proteger a los estadounidenses”, declaró Bush, al retornar al país, desde la rosaleda de la Casa Blanca.
La iniciativa autoriza escuchas telefónicas sin permiso judicial que utilizan las redes de Estados Unidos, sean de estadounidenses o de extranjeros.
La ley anterior, que data de 1978, no incluía las nuevas tecnologías de comunicaciones como celulares, Internet y correo electrónico.
Como la inmensa mayoría de las comunicaciones son captadas por Estados Unidos, la medida aprobada protege a las empresas de comunicaciones de demandas multimillonarias de personas que aleguen violación de privacidad.

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