El presidente ecuatoriano Rafael Correa acogerá reunión entre Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos. Foto: Archivo
El presidente Rafael Correa aseguró hoy que Ecuador está de fiesta porque recibirá el lunes a los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y Colombia, Juan Manuel Santos, con el objetivo de superar los problemas fronterizos entre esas naciones vecinas.
“Esperamos que la reunión de hermanos de la patria grande en Quito supere los problemas surgidos en los límites deVenezuela y Colombia, cuyos mandatarios demostraron una gran gentileza al visitar el lunes nuestro país”, expresó Correa.
En el enlace ciudadano en la capitalina localidad de Lumbisí, el jefe de Estado agradeció a sus colegas por aceptar la reunión en Ecuador, que ostenta la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), e intentar superar sus diferencias.
La idea de reunir a Maduro y Santos, comentó, surgió tras una conversación telefónica con Tabaré Vázquez, mandatario de Uruguay, nación que ejerce la presidencia pro tempore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Aseveró que en el diálogo ambos coincidieron en formular invitaciones a Maduro y Santos a fin de concretar la cita de la semana entrante en Quito.
Pese a que tanto Maduro como Santos tenía sus legítimas aspiraciones, resaltó Correa, los dos atendieron sin condiciones y con gentileza la invitación de la Unasur y la Celac.
La cumbre del 21 de septiembre entre Maduro y Santos tendrá lugar en la sede del gobierno ecuatoriano en esta capital, según confirmó el canciller Ricardo Patiño.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana, pieza clave en la concreción del encuentro, afirmó que los mandatarios de los dos bloques integracionistas están muy agradecidos por la actitud de Maduro y Santos de aceptar el llamado al diálogo.
El diferendo colombo-venezolano inició el 20 de agosto pasado, después que a raíz de un ataque paramilitar contra efectivos del Ejército venezolano, Maduro ordenó el cierre de la frontera en varios municipios del estado de Táchira.
Posteriormente, el mandatario decretó el estado de excepción para restablecer el orden en la zona, y erradicar las mafias paramilitares colombianas y los grupos vinculados al contrabando de gasolina, alimentos y medicinas en la frontera común.
Colombia, por su parte, alega que la medida provocó la separación de las familias de esa nacionalidad que viven del lado venezolano, entre otras violaciones que son negadas por las autoridades del vecino país.
(Con información de Prensa Latina)
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